La semana antes de carnaval recibí una llamada en la que me comunicaban que estaba citada para una entrevista laboral para la cual yo habría enviado mi currículo vitae. Yo soy de volantear mi CV por donde pueda, así que traté de recorrer en mi mente para saber de que me hablaba la tipa.
Ubiqué el aviso así que me quedé mas tranquila. La cita era a las 14.30, “¿podrás venir?” me pregunta. “La verdad que si se puede cambiar mejor” le respondo, porque a esa hora yo estoy en mi actual trabajo. “No, es esa la hora”. Entonces para que me pregunta si puedo, es boba?. “ah bueno, entonces hago lo posible por ir”.
Lo posible por ir fue escaparme de mi actual laburo… no quería que se enteraran.
Lo re loco de esta entrevista es que era grupal. Si, tipo Método Gromhol o una suerte de Gran Hermano pero de dos horas.
Llega el día de la entrevista y llego puntualmente como debe ser. Me hacen pasar a una sala con una mesa que formaba un cuadrado. Éramos 15 individuos junandonos, a ver quien se iba a quedar con el puesto, solo uno sería el afortunado. Por suerte diviso a un amigo, también postulándose para el puesto. Nos dicen que llenemos un formulario mientras de a uno nos íbamos presentando brevemente.
“Hola, mi nombre es fulanito y estudié en la universidad de winsconsin, y trabajé en no se donde…” (el no sé donde lo inventé yo, quise decir que era un lugar muy cool). Ta, dije yo, este nos comió en dos panes a todos por la universidad yanqui. La Universidad de la República que tanto aportó en mi vida cultural y profesional quedaba chiquita al lado de esa otra. Pensé que nuestra educación era reconocida mundialmente y me repuse.
“Hola, mi nombre es fulanita, y estudié en la Católica y trabajé en El Espectador y en canal 4 y otros medios re grosos”. Otra vez, se me cayó todo al sopi, no hay chance. El 4 puede ser una terrajada pero es un medio masivo. Ahora si, tenía que decir que era agente secreto del FBI para superar a estas mentes brillantes.
Se siguen presentando: “mi nombre es Verónica Castro y estud…” ¿! Lo qué!? ¿! Cómo te llamás nena!? Pensé para mis adentros. Si, la flaca se llamaba como la madre de Cristian y la uno en cuanta telenovela mexicana se filmara. Maldita entrevista grupal, yo tenía a mi amigo al lado y me tentaba hacerle alguno de los 23 chistes relacionados que se me estaban ocurriendo. Por suerte nos contuvimos y se la dejamos pasar.
En general estuvo buena la experiencia, nos dieron una tarea para hacer en grupo y estuvo interesante, la recomiendo!
¿Quién quedó? Se estarán preguntando. No lo sé, yo no, o al menos no me avisaron ni por mail, ni sms, ni nada, y eso que tienen hasta mi tipo de sangre en ese formulario. Esta va a ser una de mis dudas existenciales además de si el gordo Escanlar es o se hace.
Ubiqué el aviso así que me quedé mas tranquila. La cita era a las 14.30, “¿podrás venir?” me pregunta. “La verdad que si se puede cambiar mejor” le respondo, porque a esa hora yo estoy en mi actual trabajo. “No, es esa la hora”. Entonces para que me pregunta si puedo, es boba?. “ah bueno, entonces hago lo posible por ir”.
Lo posible por ir fue escaparme de mi actual laburo… no quería que se enteraran.
Lo re loco de esta entrevista es que era grupal. Si, tipo Método Gromhol o una suerte de Gran Hermano pero de dos horas.
Llega el día de la entrevista y llego puntualmente como debe ser. Me hacen pasar a una sala con una mesa que formaba un cuadrado. Éramos 15 individuos junandonos, a ver quien se iba a quedar con el puesto, solo uno sería el afortunado. Por suerte diviso a un amigo, también postulándose para el puesto. Nos dicen que llenemos un formulario mientras de a uno nos íbamos presentando brevemente.
“Hola, mi nombre es fulanito y estudié en la universidad de winsconsin, y trabajé en no se donde…” (el no sé donde lo inventé yo, quise decir que era un lugar muy cool). Ta, dije yo, este nos comió en dos panes a todos por la universidad yanqui. La Universidad de la República que tanto aportó en mi vida cultural y profesional quedaba chiquita al lado de esa otra. Pensé que nuestra educación era reconocida mundialmente y me repuse.
“Hola, mi nombre es fulanita, y estudié en la Católica y trabajé en El Espectador y en canal 4 y otros medios re grosos”. Otra vez, se me cayó todo al sopi, no hay chance. El 4 puede ser una terrajada pero es un medio masivo. Ahora si, tenía que decir que era agente secreto del FBI para superar a estas mentes brillantes.
Se siguen presentando: “mi nombre es Verónica Castro y estud…” ¿! Lo qué!? ¿! Cómo te llamás nena!? Pensé para mis adentros. Si, la flaca se llamaba como la madre de Cristian y la uno en cuanta telenovela mexicana se filmara. Maldita entrevista grupal, yo tenía a mi amigo al lado y me tentaba hacerle alguno de los 23 chistes relacionados que se me estaban ocurriendo. Por suerte nos contuvimos y se la dejamos pasar.
En general estuvo buena la experiencia, nos dieron una tarea para hacer en grupo y estuvo interesante, la recomiendo!
¿Quién quedó? Se estarán preguntando. No lo sé, yo no, o al menos no me avisaron ni por mail, ni sms, ni nada, y eso que tienen hasta mi tipo de sangre en ese formulario. Esta va a ser una de mis dudas existenciales además de si el gordo Escanlar es o se hace.
FOTO: nada que ver con el texto pero fue lo que me mantuvo ocupada durante febrero y marzo.
