viernes, noviembre 24, 2006

Tomate el subte de la Línea B y te bajas en la Estación Callao, chabón!

Recientemente, en uno de mis viajes al exterior (si che, Buenos Aires es exterior para mi) encontré varias realidades cotidianas que difieren notoriamente de las nuestras. Tomé nota de algunas para ver que conclusiones podemos sacar de todo esto:


- En cualquier omnibus de la ciudad montevideana (sobretodo en una hora pico), el chofer y el guarda se complotan contra el humilde trabajador gritándole casi al oído: "al fondo que hay lugar", "a ver si van pasando del lado del conductor por favor que el coche está vacío" y similares frases. Para mi asombro, el chofer de un bondi porteño en la misma situación ni se inmuta. Si señores, el que se quiera correr lo hace y el que no mala suerte. Lo que si es un garrón, es esperar que la máquina tragamonedas dispensadora del boleto te entregue el cambio. Ahí si se arma un tumulto alrededor de la machine pero el chofer, repito, no se estresa. Reconozco que el sonido de la moneda contra el pasamanos se extrañó.

- Sigo con el transporte, en las calles de Bs As no se ve ni un ciclista como en las nuestras. Además de que el boleto sale la mitad del nuestro, el subte y el tren (que salen aún menos que el bondi) hacen de la porteñada una sociedad que a la bici la ven solo como un instrumento para hacer ejercicio en el gimnasio o en los Bosques de Palermo, desconocen su función como medio de transporte.

- Las cebras pintadas en las calles NO SON PARA QUE LOS AUTOS FRENEN. Es muy importante tenerlo en cuenta, los autos no te van a dejar pasar porque cruces por la cebra, ellos lo toman como una zona para cruzar pero si el semáforo está en verde para los coches que ni se les pase por la cabeza posar su pie en la calle.


- En la hora del almuerzo, se pueden apreciar en plazas como por ejemplo, la Plaza de Mayo o la de San Martín todos los oficinistas almorzando al sol. Si, similar a un gran pic nic los tipos de traje y las mujeres de pollera y trajecito tirados al sol comiendo sanguches y tomando gaseosa (nótese mi mimetización con el vocabulario porteño). Cuando terminan, se sacan el pasto de sus ropas y vuelven a sus respectivos lugares de trabajo. Eso es por la falta de playas, no hay duda, la gente se pone los respectivos bikinis y se tiran en algún parque. Pero eso se hace en la playa gente!... Uh, cierto que no tienen ni una en la capital, mal yo. Capaz que alguna de las nuestras tiene el agua un poco amarronada, pero bueno, antes que la nada me quedo con mis kilómetros de rambla a morir!



- Les falta encarar el tema de la yerba para el mate. Primero, hay que sacarle algunos palos y dejar solo la yerba (por eso se le llama así), y después pulir la parte de la lavada, así no se sale con la yerba al hombro ni se la cambia cada cinco cebadas. No me creían que nosotros con poner una sola vez yerba en el mate nos aguanta fácil un litro de agua. Les falta calle...



- Una amiga me hizo de guía turística durante mi estadía. Una capa, me explicaba todo de cada cuestión importante por la que pasábamos en nuestras recorridas y además respondía todas mis preguntas incisivas sobre la ciudad como: “¿porqué tiran papeles, bolsas, botellas y similares a la calle y cuidan tanto el Río Uruguay?” o “¿Qué planta de celulosa tienen cerca del riachuelo que lo contaminó tanto?”. Epa! ¿Cómo estuve? Eran incisivas en serio che.
En uno de nuestros viajes en colectivo, pasamos por barrio que tenía stencils por todos los rincones, almacenes como los nuestros, un barrio barrio como podría ser La Aguada (sin los stencils…). Entonces pregunté: ¿cuál es este barrio?, a lo que mi amiga respondió: “La Paternal, el barrio de Pappo”. Esa si que fue una buena respuesta, allá los barrios se asocian con cosas grosas y así se presentan. Estoy pensando cosas de ese estilo para presentarle los barrios de acá cuando venga, ya tengo al Buceo como el barrio donde nació La Triple Nelson, el Prado el barrio de nuestro señor presidente, Malvín el barrio donde hay más tambores que gente, y por ahí me quedo, se aceptan sugerencias.



BONUS TRACK: les dejo una yapa idiomática: ¿cómo pueden vivir sin decir "ta"? no me lo explico todavía...

miércoles, noviembre 01, 2006

Top 5 del Pilsen Rock


El festival de rock con más espectadores de Latinoamérica, después de ese tal “Rock in Rio” (ya iré a testear ese festivalcito a ver que tul) recibió a 150.000 personas, entre las que me encontraba yo.

Robando una idea de una revista que sale con “El País” y recluta los mejores momentos del Pilsen Rock, sin mayores preámbulos y sin pagar derechos por el creativo espacio de los “5 mejores momentos”, paso a recopilar mi top 5:

1) Yo sabía que tarde o temprano la Licenciatura en Comunicación iba a dar sus frutos y por primera vez me encontré en el sector prensa del evento. A parte de laburar, si, se labura en el sector prensa loco!, no vamos a bobiar… bueno, hasta que entran a repartir la birra y las papas chips, ahí puede ser que me halla perdido algún tema de Dr. Rocka ponele. Una linda carpa con computadoras e internet facilitó el trabajo de muchos colegas, eso logró momentos únicos como que mientras Buenos Muchachos estaba sobre el escenario, a escasos metros la tipa estaba en el MSN y revisando su casilla.
Otro punto importante para una que se está poniendo vieja: mesas y sillas para estirar las piernas, sin que se te quede barro pegado en el pantalón fue la salvación. Por último, baño “privado”, esto si fue la gloria. No tuve que hacer la extensa fila del baño de mujeres que aunque fueras mientras tocaba No Te Va Gustar o Buitres y pensaras que no había mujer en el baño porque todas estaban mirando a los sex simbols (¿?) de ambas bandas, igual te encontrabas con una gran fila que te llevaba como mínimo perderte una banda entera.

2) Este puesto lo ocupa un homenaje a una doña que alquilaba el baño de su casa por la módica suma de $5. Esta mujer tenía un multirubro montado en su hogar, vendía bebidas, comidas, agua caliente y fría y alquilaba su fondo para acampar. Fui el primer día un par de veces allí a utilizar el baño, y durante la espera te pasaba todos los chivos de sus productos: empanadas, tartas, alfajores, pizza, cerveza, sidra, refrescos y todo lo que se puedan imaginar en un 24 horas.
El segundo día también fui, pero la doña estaba media saturada, estaba a las putiadas con las que estaban haciendo cola y con los pibes que trabajaban para ella porque se les habían congelado todas las bebidas. Ahí saqué la conclusión de que la movida sobrepasó a la mujer, haciéndola pasar quizás por la ayuda de un profesional debido a su cambio de personalidad extremista. Yo me olvidé de pagarle esa vez, igual se lo merecía por la mala atención al cliente.

3) Domingo por la tarde, centro de Durazno, calor, música, pogos en el medio de la calle cuál Parque de la Hispanidad, hombres sin remera y agitando la misma en el aire. Desde las ventanas de los edificios, gente mirando todo el quilombo con sus mates y sillitas cómodamente. La gente era cada vez más y el calor se hacía notar, por ello, no se les ocurrió mejor idea que pedir agua a gritos. Las amas de casa haciendo su buena acción del día agarraron baldes, llenaron de agua y vertían su contenido a la gente, que festejaba cada vez que le caía agua encima.

4) Se armó una mafia de periodistas de medios menores que resolvió como primera medida hacerle escrache a Dopico y Radio Futura. Se las vamo a darrrr.

5) Este último momento no fue nada agradable. Mis colegas y yo temimos por nuestras vidas y nos vimos realizando un periodismo muy sacrificado e insalubre. Todo aconteció en el comienzo de la gran banda Trotsky Vengarán, cuando nos encontrábamos en la fosa o lugar más conocido como el hueco que hay entre la valla que sujeta al público y el escenario. Todos copados mirando hacia el escenario cuando de pronto, todos los “seguridad” se encontraban sosteniendo la valla, si!! Sosteniendo la valla empujada por miles de personas. Ahí se pudrió todo, cada vez eran mas los de seguridad y nos invitaron a retirarnos “por las dudas”. Posta que temí por mi vida, y eso que las vallas eran los fierros eran altamente confiables, eran inamovibles. Finalmente no pasó a mayores y se pudo disfrutar del gran show de la banda.