domingo, diciembre 31, 2006

Yo sabía que el laburo de todo el año tenía su recompensa:

Si gente, laburo de todo el año, leyeron bien. Mañana parto para el mundo paralelo, más conocido como Rocha, con las playas que solo nuestro turismo interno nos puede brindar. Hablando de brindar, yo voy a seguir con el Roldós... nos vemos a la vuelta (o cuando divise algún cyber entre tanto artesano, surfer y porteño que va a haber).

viernes, diciembre 15, 2006

¡Yo vi a Papá Noel escalando edificios!

Advertencia: si hay menores cerca del monitor que creen en Papá Noel, Los reyes Magos, el Ratón Perez y demás leyendas, evitarle la lectura de las siguientes palabras.

¿Cómo no me di cuenta por mi misma que lo de Papá Noel era una farsa? Todos los años mi family nos hacía (a mi hermano y a mi) la misma jugada y nosotros como unos giles caíamos siempre.

La cosa era así: ya al anochecer del 24 estábamos bañados y perfumados prontos para tirar los CHASQUI BOOM del caso (que reconozco que hasta me daban un poco de miedo, los tiraba rápido como si fueran bombas brasileras, con un fuego que te quema los dedos si demoras mucho).
Empezábamos a dar vueltas por la casa esperando que mi progenitor dijera lo que todos queríamos escuchar: “¿Vamos para abajo a ver si viene Pap…?” – “¡siiiiiiii!”, apenas le dejábamos terminar la frase.
Se suponía que a Papá Noel le daba vergüenza ostentar todas las cosas que podía comprar para todos los niños de América y del mundo, entonces le huía a la gente, evitaba las aglomeraciones y sobretodo a los niños. Por eso, había un 100% de posibilidades de que estando abajo, el barbudo vestido de rojo pasara por nuestro árbol a dejar los regalos.

Abajo seguíamos con los Chasqui boom, el mejor invento para las niñas asustadizas al ruido y los fuegos de artificio como yo, salvo por la parte que la mitad de los explosivos de cada caja era trucho, no hacía ni un ruidito, nada. Mi hermano si se la bancaba y tiraba bombas brasileras, traques, metralletas y algún pedito de vieja… todos tapaban a mis humildes Chasqui boomes.

Cuando mi viejo daba la orden de subir, procedíamos a correr los tres pisos por la escalera ansiosos por ver los regalos.
Una vez en casa, íbamos derecho al árbol, nos tirábamos en palomita hacia los regalos y comenzábamos la apertura oficial de los mismos. No, nunca esperábamos hasta las 24 para abrirlos, fuimos unos privilegiados.

Después venía la interrogación a mi vieja: “¿Pero no lo viste a Papá Noel? ¿No escuchaste ningún ruido?” y mi madre, en una interpretación estelar: “Noo, no sentí nada. Como estaba encerrada en la cocina no me di cuenta…”, a Estela Medina (actriz número uno de la Comedia Nacional, para los ignorantes) le daba diez vueltas con su actuación.

Me pregunto porqué nunca me di cuenta de que mi madre y mi abuela se quedaban siempre en casa, supuestamente cocinando o haciendo algo.

Estaba clarísimo, era un complot que armaron aprovechando la ingenuidad y los deseos materialistas que todo niño tiene. Todos los benditos años se repitió la misma escena tal cuál y nunca sospechamos ni medio. Mis viejos son grosos!!
Después unos vecinos amigos nos desayunaron sobre la real realidad y se terminó todo el teatro, una lástima.

Igual yo no estaba convencida, porque cuando tenía más o menos 5 años vi a Papá Noel!! Pero no lo vi como toda la gilada: en un shopping o repartiendo volantes de la Juguetería El Plata en la Av. 18 de Julio, lo vi TREPANDOSE EN LOS EDIFICIOS con la bolsa de regalos a cuestas. ¡Tremendo!
Yo a todo el mundo le decía copadísima que lo había visto en pleno laburo, además mi padre está de testigo, lo vimos por la ventana ambos.
Entonces yo decía que Papá Noel existía posta, yo lo había visto trepando edificios, no iba a ser un tipo disfrazado que se subiera, ese era el verdadero Santa que está entrenado para eso.
Después me enteré que era un tipo si, un vecino que se las jugó y escaló los apartamentos. Capaz le faltaban algunos jugadores en la bocha o algunos chirimbolos en el árbol (queda más relacionada con el espíritu navideño), pero la verdad estuvo bárbaro, hasta el día de hoy me acuerdo de ese momento.

viernes, noviembre 24, 2006

Tomate el subte de la Línea B y te bajas en la Estación Callao, chabón!

Recientemente, en uno de mis viajes al exterior (si che, Buenos Aires es exterior para mi) encontré varias realidades cotidianas que difieren notoriamente de las nuestras. Tomé nota de algunas para ver que conclusiones podemos sacar de todo esto:


- En cualquier omnibus de la ciudad montevideana (sobretodo en una hora pico), el chofer y el guarda se complotan contra el humilde trabajador gritándole casi al oído: "al fondo que hay lugar", "a ver si van pasando del lado del conductor por favor que el coche está vacío" y similares frases. Para mi asombro, el chofer de un bondi porteño en la misma situación ni se inmuta. Si señores, el que se quiera correr lo hace y el que no mala suerte. Lo que si es un garrón, es esperar que la máquina tragamonedas dispensadora del boleto te entregue el cambio. Ahí si se arma un tumulto alrededor de la machine pero el chofer, repito, no se estresa. Reconozco que el sonido de la moneda contra el pasamanos se extrañó.

- Sigo con el transporte, en las calles de Bs As no se ve ni un ciclista como en las nuestras. Además de que el boleto sale la mitad del nuestro, el subte y el tren (que salen aún menos que el bondi) hacen de la porteñada una sociedad que a la bici la ven solo como un instrumento para hacer ejercicio en el gimnasio o en los Bosques de Palermo, desconocen su función como medio de transporte.

- Las cebras pintadas en las calles NO SON PARA QUE LOS AUTOS FRENEN. Es muy importante tenerlo en cuenta, los autos no te van a dejar pasar porque cruces por la cebra, ellos lo toman como una zona para cruzar pero si el semáforo está en verde para los coches que ni se les pase por la cabeza posar su pie en la calle.


- En la hora del almuerzo, se pueden apreciar en plazas como por ejemplo, la Plaza de Mayo o la de San Martín todos los oficinistas almorzando al sol. Si, similar a un gran pic nic los tipos de traje y las mujeres de pollera y trajecito tirados al sol comiendo sanguches y tomando gaseosa (nótese mi mimetización con el vocabulario porteño). Cuando terminan, se sacan el pasto de sus ropas y vuelven a sus respectivos lugares de trabajo. Eso es por la falta de playas, no hay duda, la gente se pone los respectivos bikinis y se tiran en algún parque. Pero eso se hace en la playa gente!... Uh, cierto que no tienen ni una en la capital, mal yo. Capaz que alguna de las nuestras tiene el agua un poco amarronada, pero bueno, antes que la nada me quedo con mis kilómetros de rambla a morir!



- Les falta encarar el tema de la yerba para el mate. Primero, hay que sacarle algunos palos y dejar solo la yerba (por eso se le llama así), y después pulir la parte de la lavada, así no se sale con la yerba al hombro ni se la cambia cada cinco cebadas. No me creían que nosotros con poner una sola vez yerba en el mate nos aguanta fácil un litro de agua. Les falta calle...



- Una amiga me hizo de guía turística durante mi estadía. Una capa, me explicaba todo de cada cuestión importante por la que pasábamos en nuestras recorridas y además respondía todas mis preguntas incisivas sobre la ciudad como: “¿porqué tiran papeles, bolsas, botellas y similares a la calle y cuidan tanto el Río Uruguay?” o “¿Qué planta de celulosa tienen cerca del riachuelo que lo contaminó tanto?”. Epa! ¿Cómo estuve? Eran incisivas en serio che.
En uno de nuestros viajes en colectivo, pasamos por barrio que tenía stencils por todos los rincones, almacenes como los nuestros, un barrio barrio como podría ser La Aguada (sin los stencils…). Entonces pregunté: ¿cuál es este barrio?, a lo que mi amiga respondió: “La Paternal, el barrio de Pappo”. Esa si que fue una buena respuesta, allá los barrios se asocian con cosas grosas y así se presentan. Estoy pensando cosas de ese estilo para presentarle los barrios de acá cuando venga, ya tengo al Buceo como el barrio donde nació La Triple Nelson, el Prado el barrio de nuestro señor presidente, Malvín el barrio donde hay más tambores que gente, y por ahí me quedo, se aceptan sugerencias.



BONUS TRACK: les dejo una yapa idiomática: ¿cómo pueden vivir sin decir "ta"? no me lo explico todavía...

miércoles, noviembre 01, 2006

Top 5 del Pilsen Rock


El festival de rock con más espectadores de Latinoamérica, después de ese tal “Rock in Rio” (ya iré a testear ese festivalcito a ver que tul) recibió a 150.000 personas, entre las que me encontraba yo.

Robando una idea de una revista que sale con “El País” y recluta los mejores momentos del Pilsen Rock, sin mayores preámbulos y sin pagar derechos por el creativo espacio de los “5 mejores momentos”, paso a recopilar mi top 5:

1) Yo sabía que tarde o temprano la Licenciatura en Comunicación iba a dar sus frutos y por primera vez me encontré en el sector prensa del evento. A parte de laburar, si, se labura en el sector prensa loco!, no vamos a bobiar… bueno, hasta que entran a repartir la birra y las papas chips, ahí puede ser que me halla perdido algún tema de Dr. Rocka ponele. Una linda carpa con computadoras e internet facilitó el trabajo de muchos colegas, eso logró momentos únicos como que mientras Buenos Muchachos estaba sobre el escenario, a escasos metros la tipa estaba en el MSN y revisando su casilla.
Otro punto importante para una que se está poniendo vieja: mesas y sillas para estirar las piernas, sin que se te quede barro pegado en el pantalón fue la salvación. Por último, baño “privado”, esto si fue la gloria. No tuve que hacer la extensa fila del baño de mujeres que aunque fueras mientras tocaba No Te Va Gustar o Buitres y pensaras que no había mujer en el baño porque todas estaban mirando a los sex simbols (¿?) de ambas bandas, igual te encontrabas con una gran fila que te llevaba como mínimo perderte una banda entera.

2) Este puesto lo ocupa un homenaje a una doña que alquilaba el baño de su casa por la módica suma de $5. Esta mujer tenía un multirubro montado en su hogar, vendía bebidas, comidas, agua caliente y fría y alquilaba su fondo para acampar. Fui el primer día un par de veces allí a utilizar el baño, y durante la espera te pasaba todos los chivos de sus productos: empanadas, tartas, alfajores, pizza, cerveza, sidra, refrescos y todo lo que se puedan imaginar en un 24 horas.
El segundo día también fui, pero la doña estaba media saturada, estaba a las putiadas con las que estaban haciendo cola y con los pibes que trabajaban para ella porque se les habían congelado todas las bebidas. Ahí saqué la conclusión de que la movida sobrepasó a la mujer, haciéndola pasar quizás por la ayuda de un profesional debido a su cambio de personalidad extremista. Yo me olvidé de pagarle esa vez, igual se lo merecía por la mala atención al cliente.

3) Domingo por la tarde, centro de Durazno, calor, música, pogos en el medio de la calle cuál Parque de la Hispanidad, hombres sin remera y agitando la misma en el aire. Desde las ventanas de los edificios, gente mirando todo el quilombo con sus mates y sillitas cómodamente. La gente era cada vez más y el calor se hacía notar, por ello, no se les ocurrió mejor idea que pedir agua a gritos. Las amas de casa haciendo su buena acción del día agarraron baldes, llenaron de agua y vertían su contenido a la gente, que festejaba cada vez que le caía agua encima.

4) Se armó una mafia de periodistas de medios menores que resolvió como primera medida hacerle escrache a Dopico y Radio Futura. Se las vamo a darrrr.

5) Este último momento no fue nada agradable. Mis colegas y yo temimos por nuestras vidas y nos vimos realizando un periodismo muy sacrificado e insalubre. Todo aconteció en el comienzo de la gran banda Trotsky Vengarán, cuando nos encontrábamos en la fosa o lugar más conocido como el hueco que hay entre la valla que sujeta al público y el escenario. Todos copados mirando hacia el escenario cuando de pronto, todos los “seguridad” se encontraban sosteniendo la valla, si!! Sosteniendo la valla empujada por miles de personas. Ahí se pudrió todo, cada vez eran mas los de seguridad y nos invitaron a retirarnos “por las dudas”. Posta que temí por mi vida, y eso que las vallas eran los fierros eran altamente confiables, eran inamovibles. Finalmente no pasó a mayores y se pudo disfrutar del gran show de la banda.

viernes, setiembre 29, 2006

ensayo sobre los nicks de MSN


Caminando por una calle del pintoresco barrio de Pocitos, me topé con un graffiti que decía: “no ando bien”, me intrigó, decía solo eso y no se sabe si tiene algún significado "interno" para algún grupo de amigos; si es una banda de las tantas que proliferan por ahí, o que carajo. Mientras yo le daba vueltas al asunto, mi novio, indagando más allá de lo superficial, me avivó de que era una buena frase para nick de MSN.
A partir de allí empezamos a divagar sobre los nicks o frases de MSN que se encuentran en cada uno de nuestros contactos, en el sector que dice “Escribe un mensaje personal” (si, dos por tres alguna conversación un poco mas intelectual nos sale…) .

De esa conversación saqué varias conclusiones, se podrían clasificar esas frases según su intención y contenido, y la dejo ahí picando por si un sociólogo o psicólogo quiere hacer una investigación un poco más profunda que la mía. Eso si, como dice el título, el copyright me lo abonan, por plagios hablen con Dan Brown, conmigo no.
A continuación, una amplia clasificación de dichos textos:

Nicks palomas: generalmente, uno intuye cuales frases son palomas o no. Pero como punto en común estas frases suelen tener la palabra “love” o “amor” en algún lugar. Coinciden también con textos que tranquilamente podrían acompañar una tarjeta de esas que reparten en los bondis con algún dibujito igual de pedorro.
Pueden ser también los del estilo “feliz cumple tia!”, “arriba el bolso” o “aguanten los redó”, etc. capaz éstos últimos no son palomas, sino aburridos, tengo que pulir esta sección.

Nicks marketineros: son esas frases que te atraen público, cualuquier persona que tenga un número importante de contactos puede lograr con una simple frase que todos le quieran hablar y sentirse una estrella del MSN. Pueden ser del tipo: “que feliz que estoy”, “es el mejor día de mi vida”, “soy la uno”, “me siento pal orto”, “me quiero matar”, “no me hablen que estoy de mal humor”, “gané con el supermatch, estoy contando la guita”, “estoy en Berlín” y como estos mil ejemplos más.
Todos te van a querer hablar, eso si, ni bien averiguen el porqué de tu nick te ponen “no admitir” nuevamente.

Nick- chivo: son los clásicos “tal-dia toca no-se-quien en tal-lado, vayannn!!!”, también integran esta categoría las páginas webs personales, comerciales y cualquier evento que se quiera promocionar. Es decir: sirven para publicidad, por ende si alguna agencia tiene interés en alquilar mi espacio, consultar tarifas aquí! Las ofertas son: marca sola (pongo, por ejemplo: “gisse usa SKIP para lavar su ropa”) y marca con slogan (ej: "Sedal Verano Intense: porque el sol salió para todas. Con crema de peinar, acondicionador y shampoo”). Además puedo poner fotito del producto en la ventana de conversación.

Nicks extra large: está clarito, son esas frases eternas que no se puede terminar de leer porque aburre y/u ocupan media ventana de conversación. Puede tener cualquier contenido, lo que los califica para esta categoría es la cantidad de palabras que se utiliza.
Muchas veces, este tipo de nick, al igual que la categoría de “paloma” pueden poner nervioso y exaltar a la persona que conversa al fumarse esas frases. Una colega del mundo cibernético sufrió incluso amenazas para con su nick a tal punto de que no puede poner ninguna frase hasta que la amenaza se retire (VTV: estas invitada a compartir tu dolor y desahogarte en este lugar, te ayudaremos en la medida que nos sea posible…)

Pero por suerte, hay gente ingeniosa pululando por ahí y podemos apreciar buenas frases en muchos de nuestros contactos. Hablando de contactos, me di cuenta que tengo 98! Cuando llegue a los 100 salen unas pizzas con cerveza para brindar!

jueves, setiembre 28, 2006

preguntando se llega a Roma

Ayer, como otras tantas veces, tenía que ir a un lugar al que llamaremos "Y", pero no tenía ni idea de como llegar. Me dirigí a los salvadores mapas de la guía de páginas amarillas y a los recorridos de los ómnibus. El que me acercaba más me dejaba a 12 cuadras de Y, así que no me quedaba otra que tomarme dos o caminar esas doce cuadritas y salir media hora antes de casa para caminar tranquila.

No salí antes, imposible. Me tomé el primer bondi y me bajé para tomar el segundo, no conocía el lugar e intentaba recrear la imagen del mapa en mi mente. Llegué a la parada y no conocía ningún número de los ómnibus que pasaban por allí, no recuerdo bien la numeración pero eran algo así como: el 235, 170, 621, no sé, rarísimos. Por eso, intercepté a una doña que tenía aspecto de vivir en la zona (ese dato lo pude decodificar debido a la bolsa de mandados y la llave que tenía colgando de su cuello con un cordoncito). Le pregunto: "¿cuál me puedo tomar para ir a Y?", a lo cuál la vecina me responde: "¿A Y?" dice asombrada, "podés ir caminando, es cerca" me informa. Ahi fue cuando me di cuenta de que soy una cómoda: pretendía tomarme un ómnibus por 5 o 6 paradas.

La señora me explicó por cuáles calles me convenía ir, me tiró como 3 caminos diferentes, y también aprovechó para hablarme, dijo todo esto de corrido: "yo te digo que vayas caminando porque a mi me gusta caminar, tenía problemas del corazón y el médico me dijo que camine, ahora estoy mejor y sigo caminando, además mis nietos siempre tratan de ahorrar boletos y supongo que a vos te pasará lo mismo; ahora tengo que ir a cocinar milanesas de pescado, sino te acompañaba". Una grande la veterana, así da gusto arriesgarse a conocer territorios desconocidos, con gente que hasta te acompañaría a destino.
Le agredecí y emprendi viaje... hasta la parada, estaba llegando tarde y hacía calor así que me tomé uno de esos omnibus con números desconocidos.

PD: el lugar Y, no es que sea un lugar prohibido, que no se pueda nombrar; lo que pasa que es muy largo de escribir (era mucho más facil escribir Y!) y además es irrelevante a la historia.

martes, setiembre 12, 2006

una palomitaaaa vino a mi ventana

Por tener la costumbre de concurrir siempre al mismo lugar nocturno, guarida o aguantadero, como dicen por ahí, me estaba perdiendo de conocer otros precintos y así recabar vivencias para luego plasmarlas por estos lados como haré a continuación.Así sucedió el pasado sábado, en la cuál decidimos con una barra abandonar momentáneamente nuestro boliche de cabecera (no sé si nombrarlo o mantenerlo en el anonimato, pero creo que la mayoría de los que pasan por acá conoce y también frecuenta dicho “templo”) y visitar otros ambientes.


Nos teníamos que trasladar desde el centro hasta pocitos. Como éramos seis, manejamos la posibilidad de garronear a algún buen tachero que nos llevara a todos. Corríamos con la ventaja de que estamos todos en una excelente condición física, así que elaborando un buen discurso quizás convencíamos al chofer. Teníamos la opción también de que dos de nosotros paren un taxi mientras el resto escondido aguardaba que el ingenuo rey del volante parara para luego abordar el tacho de prepo. Pero esto del “escudo humano” no tuvo la aprobación suficiente ya que podríamos ser insultados por el dueño del auto y no teníamos ganas de bancar improperios.

Finalmente, una de las presentes optó por pedir un taxi por teléfono, y aclarar que nos envíen uno de los taxis que son más grandes, tipo camionetita, debido a nuestra superpoblación. Pero sin embargo, el verso que escuchamos de nuestra representante fue: “hola, ¿para pedir un taxi?.... para tal dirección…. te quería pedir si nos podías mandar uno medio grande porque tenemos sobrepeso…”, ahí nos entramos a mirar, ¿sobrepeso?, no es que cada uno tenga sobrepeso físico, es que somos seis!! La hicieron esperar en línea y en esto nos arrepentimos de conseguir el taxi por esa vía y cortamos. Bajamos, y un taxi estaba parado en la puerta. Una de la barra tomo la iniciativa de escudo humano y se arrimó a negociar con el tachero, quien nos miraba a todos de arriba abajo como si mentalmente estuviera sumando los quilos que subirían y achatarían su auto. El tachero aceptó y subimos cinco atrás y uno adelante (no porque tuviera coronita, sino que era el más alto). Los cinco de atrás estábamos ubicados tipo tetris y a veces se sentía que la parte de abajo del auto rozaba la calle. El tachero igual terrible onda… nos preguntaba si íbamos cómodos, y además se contactó con la central para averiguar dónde exactamente quedaba el boliche al que concurríamos (nosotros desconocíamos la dirección exacta).

Todo iba bien hasta que de la nada escuchamos una música como celestial, si, como cuando aparece el mismísimo Dios en alguna película. Yo pensé que en cualquier momento se abría el cielo y con una gran luz el propio Dios se apersonaría entre nosotros, miré para todos lados hasta que alguien dijo: “¿esa es la radio o qué?”, si, era la radio. Pero a todos nos pareció que esa música estaba como avisando la presencia del supremo ahí mismo, muy raro todo.Superado el tema taxi ($8 cada uno! una ganga) y otros eventos que si me pongo a contar, este post va a dar para ser editado en dos tomos… bueno, tampoco la pavada, le puse color; llegamos a destino: un boliche al que fuimos estimulados a ir porque decían los expertos, el trago especialidad de la casa rendía.

Este trago constaba de un balde, si, balde de lata, como el que los niños llevan a la playa pero de lata; con todo tipo de bebida alcohólica adentro, se podía elegir la combinación, pero el nuestro era en su mayoría jugo de naranja y sobre todo, mucho hielo. Esta bebida se ingiere comunitariamente, es decir, todo el grupo de amigos toma a la vez gracias a que cuenta con seis cañitos (como las “pajitas” pero con un diámetro un poco mayor). Ese balde fue lo mejor de la noche, y eso que tuvo gusto a poco y a sidra.

El local en cuestión, que tampoco quiero quemar públicamente (no es mi idea ser la “Zona Urbana” de los blogs) no encaró. Mucho pibe haciéndose el fachero y musculoso y chicas escotadas; y como si fuera poco, la música apestó. Parece que el encargado de pasar la música (no lo titulo de DJ, no se lo merece) tenía tres discos en la compactera y apretó “random” y listo. Los discos en cuestión eran los de No Te Va Gustar, Buitres y La Vela, con esos tres cd´s remó una hora y media de música. Después, para variar un cacho, metió Maná. Si, posta, la que dice “estoy ahogaaado en un baaar”. Ahí estuve tentada de retirarme del recinto. Tendría que estar prohibido entre los dj´s pasar Maná en un boliche, cae pila la onda viste.

En ese momento comencé a sospechar que tendría que retirarme pero nunca me imaginé que cinco temas después iba a estar moviéndome (porque la masa me llevaba) al ritmo de “una palomitaaa vino a mi ventanaa”. Cuál cumpleaños de 15, faltaba el cotillón nomás, la gente estaba re copada, con vasito en mano y los brazos en alto como corresponde.Lástima no estuve para ver que tema le seguía a éste, pero tratando de prever el criterio del encargado en pasar la música, no quiero ni pensar cuál sería; "mala mujer no tiene corazón" ¿quizás?.

BONUS TRACK: en el baño me pasó algo muy surrealista: había una gallega que estaba vendiendo un par de championes nike por $6.000!!! Primero: en un baño vendiendo championes??. Segundo: seis mil pesos??. Tercero: una gallega??
FOTO: es un elemento decorativo del lugar conocido por "templo" por un grupo de personajes.

martes, agosto 15, 2006

Las atrapadas

Hace unos días me encontré con un compañero de la escuela. Haría como 10 años que no lo veía así que intentamos rápidamente ponernos al día, ninguno sabía por donde arrancar asi que me preguntó por mi carrera, yo copada le dije que me había recibido y tenía un laburo relacionado con lo que hice y que además me habían salido un par de cositas con las que estaba contenta...

Después de mi pequeña puesta a punto relacionada con las actividades estudiantiles y profesionales me tocaba preguntar a mi... ¿y vos? ¿que es de tu vida?. Para mi asombro (y envidia tal vez) me contó humildemente que se había ido de viaje, "estuve recorriendo Europa" me encaja. "Estuve unos años en España, y después estuve por Holanda, Bélgica y Alemania"... cri cri... grillos era poco. Me mató. Yo lo más lejos que he ido en estos años fue a Rio y por una semana, nunca un año o dos como este pibe. No es que me arrepienta de lo mio pero con 24 años ya conocerse Europa de punta a punta es bastante envidiable, no??

Encontrarme con él, además de generarme el empezar a juntar dinero para viajar por el mundo, me trajo recuerdos escolares. El patio de mi escuela se me vino a la mente, el recreo, mas precisamente.
Mi clase fue la creadora de tan complejo juego, al que nosotros denominabamos "las atrapadas". Básicamente, y como su nombre lo indica, el objetivo general del juego era atrapar al contrario y llevarlo a determinado lugar, previamente acordado por los jugadores. A su vez, los atrapados, podían ser rescatados por sus compañeros si éstos lograban llegar a esa base en donde los atrapados gritában y armaban quilombo porque querían seguir corriendo.

El espacio físico en donde se desarrollaba era en tooodo el patio, asi que había que correr lindo ahi. Lo que me llama la atención es que siempre jugábamos las nenas contra los varones no había grupos mixtos, quizás era para identificarnos mejor con nuestros compañeros de equipo, no teníamos chalecos de otro color para hacer mixta la cosa y así saber quienes estaban de nuestro lado y quienes no.
A mi me costó integrarme a ese juego... yo era medio antisocial en esa época, en serio. Así que cuando venía el recreo, intentaba esquivar a los organizadores de este juego porque siempre se venía la famosa pregunta: "¿Jugás a las atrapadas?". Ante mi reiterada negativa, no me lo preguntaron más.
Cuando terminaba el recreo todos llegaban transpirados al aula, con las caras coloradas y con algún pedazo de túnica colgando... es que el afán de atrapar al otro era tal que no había hilo del guardapolvo que resistiera.


Llegó un momento, en que me entraron a dar ganas de provar ese juego, estaban todos tan copados que me habían dado ganas de jugar... pero como no me invitaban más, seguía cortada en los recreos mirando como correteaban todos y todas.


(Acá vendría la parte en que narro como me invitaron a jugar, o capaz que me metí de viva, no lo recuerdo en realidad, y como no lo quiero inventar porque no le miento a mi público hago esta aclaración. Ahora sí, después de hecha esta salvedad continúo...)


Cuando me empezé a integrar a ese grupete de las atrapadas lo entendí todo, era buenísimo corretear tras los nenes de la clase y, una vez atrapados, llevarlos del brazo como presidiarios hacia la base de la cuál no podían salir salvo que uno de sus compañeros lo rescate.
Así que me hice experta en atrapadas y eso que me incorporé tarde al equipo, incluso he roto túnicas, cinturones (el de las túnicas de varones digo), corbatas e insignias por complir el objetivo que el juego me proponía: atrapar a los pibes.

viernes, julio 21, 2006

pop corn


La foto que ilustra este artículo pertenece a una de las mejores películas que vi en el año: "Match Point", hay que verla. Yo no soy Jaki Rodriguez Strata ni Lucas pero me defiendo, asi que no digan que no les avisé.
Hablando de películas, el cine es un lugar en el que pueden pasar cosas jodidas aunque no parezca. Por ejemplo recomiendo que vivan la experiencia de ir a ver algún film de "dibujitos" (ahora les dicen animación, suena mas fashion) con 2 o mas niños/as. Levantarse 10 veces durante la película para ir al baño y corretear por los pasillos va a ser lo que sobra, más allá de si la película les gustó o no. Igual, después se van a querer comprar todo el merchandising en donde aparezca Shrek o los bichitos de Madagascar.
Lo más interesante es que a los 10 minutos de que empezó la peli, se pudrieron del pop y la coca y uno desquita un poco el jodido momento que le espera hasta que aparezca "The end" en la pantalla.
Otra de las cosas originales que pueden pasar, o al menos doy fé de que a mi me pasó, es que esté comenzando una película y entre un tipo a la sala que advierte a los espectadores que no llegaron los subtítulos por lo cuál la película se pasará en su idioma original: inglés. Dicho esto, media sala se levantó y se fue, por suerte devolvían el dinero!
En una de mis jornadas de cine al que asistí solari (como dicen por ahi, una vez que se pasa la etapa de ir solo al cine ya se está preparado para cualquier obstáculo que te depara la vida) a ver "La guerra de los mundos" (la de Tom Cruise, dirigida por Spillberg bastante mala) me pasó lo que declaro a continuación.
Poca gente en la sala, cerca de 20 personas dispersadas en una sala de 300 butcas. Me ubiqué en la última fila, sin pop ni coca, en realidad, tampoco había garpado entrada porque tengo una tarjeta mágica. Lo que si me había llevado eran unas galletitas porque la peli era bastante larga asi por las dudas me llevé un poco de azúcares encanutado en un bolsito (hay gente que lleva termo y mate a la sala y otras que pasan con petacas de alguna bebida... es que esta caro el pop).
El film empezó, y a los 25 minutos, cuando recién estaban apareciendo esos aliens que salian de abajo de la tierra, de golpe se apaga la pantalla y se prenden todas las luces. Chan! pensaba yo, no estaba entendiendo y el resto de la gente miraba para todos lados. Yo dije ta, re mimetizada con Spilberg, pensé que nos invadian los ETs y nos iban a secuestrar en el cine, o que había algún incendio y que por fin iba a salir por esas puertas de emergencia que dicen "exit" al lado de la pantalla y siempre me intrigó saber a donde conducen esas puertas.
Todos nos mirabamos pero nadie hacia nada, estabamos encerrados. Pasaron unos minutos asi que guardé mis galletas para no marcar y salí a enfrentarme con la realidad, si tenia que ver a los aliens mejor hacerlo de una vez por todas y no esperar mirando una pantalla apagada. Salgo y estaba todo normal, tranqui. Voy a la boletería y le digo a la que vende las entradas: "che, master, sabés que se paró la película y se prendieron todas las luces, no sé si ya habrá terminado y no entendí el final o que... yo pensaba que duraba dos horas treinta y resultó durando veinte minutos...".
La mujer casó su "walkie toquie" (se pronuncia guoki toqui) y pregunta: ¿que pasó en la sala 1?. Una voz desde el aparato responde: "me dijeron que la apague, no hay nadie". AAhh bueeeno, gracias por lo que nos tocaba a las 20 personas que nos tomamos la molestia de ir. Esta bien que la sala era para 300 pero bueno, un poco de respeto para los que pagamos la entrada y el pop!, perdón, para los que pagaron la entrada y el pop.
La mujer le responde: "no, no era esa l que había que apagar, era la sala 3!". "Uuh, me confundí, ya la prendo de nuevo". Bien igual pibe. La mujer hizo un gesto con la cara como diciendo: "que pedazo de boludo este flaco", me pidió disculpas y me agradeció por avisarle. No es por nada pero si yo no iba, el resto de la people ni se inmutaba...
Entré a la sala y volvió Tom Cruise y los aliens. Cuando estaba por seguir dandole a mis galletas, aparece uno de los pibes de esos que corta la entrada con un pote de pop y me lo dio, "por las molestias" me dijo. Eeeeeehh arribaa!!. Le agradecí por el gesto, largué las galletitas y le entré al pop con toda la fuerza.
Cada vez que voy a una sala con poca gente, deseo que el mismo pibe se equivoque de nuevo y repetir la misma operación para obtener ese pop de arriba. Como el pop de los cines no hay!

jueves, julio 06, 2006

jóvenes éramos los de antes

Al comienzo del presente año, no se me ocurrió mejor idea que anotarme en una nueva carrera en nuestra estimada Universidad de la República (no es solo por los boletos, malpensados! sino porque llevo una estudiante eterna adentro).
Para anotarme en dicha institución, los requisitos de inscripción recorrían una amplia gama de documentos (original y fotocopia) como ser: cédula de identidad, credencial cívica, foto carnet, partida de nacimiento, carnet de salud, pase de secundaria, factura probatoria de domicilio, etc.
En un momento me asaltó la duda y pensé que quizás me había equivocado y en lugar de presentarme en una facultad para estudiar me había presentado en la NASA para pilotear un trasbordador, o en la oficina de Bin Laden para ser su secretaria o quizás para combatir el mal desde el FBI (ya sé que la mujer maravilla combatía el mal de forma más divertida, pero esos requisitos de ingreso deben haber sido realmente jodidos, ya por girar en un mismo lugar a velocidades inimaginables y sin marearse se merece mis respetos).
Volviendo a los requisitos, me voy a detener en dos de ellos: el carnet de salud y el pase de secundaria. El carnet de salud no me lo pidieron, era una mentirita para ponerle color, pero podrían habérmelo pedido y en ese caso hubiera recurrido al famoso mercado negro de falsificación de carnets de salud. No me arriesgaría a correr el riesgo de sufir algún desmayo por la extracción de sangre como me suele pasar, y tampoco estaba dispuesta a pasar los días de ayuno que piden.
Ahora vamos con lo del pase, una experiencia complicada de esas que te tiran abajo... pero bueno, voy a juntar fuerzas y compartirlo con la fonoplatea (ya sé que no es radio pero la idea se entendió). La cuestión es que necesitaba el papel que documentara que yo efectivamente había aprobado sexto año de liceo. No importaba que ya había hecho otra carrera, el requisito decía claramente: pase de enseñanza secundaria y no había vuelta.
Por eso, con nostalgia me dispuse recordar aquellas épocas, me tomé el 306 y me aventuré a visitar aquella institución, más conocida como "el 15", de la cuál supe egresar en el año 2000.
La ilusión se me cortó a medida que me aproximaba a la puerta. ¡Que fulera esta generación de jóvenes entre 16 y 18 años loco! Todos de similar apariencia y mochilas de Callejeros, Buitres y Blink 182, en el mejor de los casos; y Miranda y Babasónicos en el peor de los casos.
Después de esa mala impresión de los estudiantes y mirándolos con aire de "manga de giles, vengo a buscar el pase y me las tomo de acá, mientras que ustedes tienen que bancar a sus iguales (nunca mejor utilizada esta expresión) con esas caripelas de que se las saben todas porque se visten de negro y tienen piercings en la nariz", me dirigí a la sección de bedelía.
Solicité el documento y apenas unos segundos después de que yo le dije: "vengo a buscar el pase", la mujer exclama con cara de feliz cumpleaños incluída: "¡felicitaciones!".
¿Que? pensaba yo, ¿como?, ¿cuando?, ¿de que habla esta mujer? ¿felicitaciones por pedir un pase que obtuve hace 6 años? ¿acaso era el pase número 10.000 y me había ganado alguna beca para estudiar computación? no me cerraba. Para no empeorar la cosa le respondí con un gracias medio sin ganas y listo.
Me pregunta el número de cédula, lo digita en la PC y ahi todo cambió, las computadoras nunca mienten o por lo menos esa no mentía, no generalicemos. La mujer me mira y me dice sorprendida: "aah! pero vos egresaste en el 2000!", se ríe. - Claro, dije yo. Pero al mejor estilo de las películas cuando alguien dice algo pero en realidad está pensando lo contrario, y el verdadero pensamiento aparece con voz en off, mi voz en off hubiera dicho: -anda?? en serio? fijate bien en ese maldito monitor que lo sabe todo a ver si dice que también me dio para hacer una carrera en estos 6 años que ella estaba ignorando y también pasaron cosas en el mundo desde que terminé el liceo: hubo un mundial al que fuimos (la celeste digo), elecciones, atentado en las torres gemelas, Rocha salió campeón, Wynants ganó una medalla en las olimpiadas, casi vienen los Rollings y Cacho abandonó el curro de los domingos... ¿que?... paren, mis fuentes me informan que ahora está de lunes a viernes asi que hagan de cuenta que no dije nada.
Lo que más me dolió de todo esto es que me confundió con la nueva generación de dieciochoañeros, eso si que no me gustó para nada. Miren que tengo 24 años!! Pero bueno, ya me acostumbraré a esto de la juventud eterna. Igual, la mochila con la lengua de los Rollings no me la compro por las dudas...
¿La foto? nada que ver pero quería cumplir con los que me piden fotografías. Allí estoy con mi primera y última presa en una tarde de pesca. Fui de pesca por primera vez, pesqué un pobre ser que luchaba por sobrevivir. Quedé mal, así que armaré una campaña en contra de tan vil "deporte".

domingo, junio 25, 2006

la última cena

Me gusta esta foto. No solo porque la saqué yo en un momento de inspiración y desestrés en La Paloma, sino porque tiene todo el arte y me hace acordar a un día de aventuras con dos de mis compañeros de viaje. En enero solemos ir a acampar a La Pedrera (no me voy a extender en historias del camping propiamente dicho porque se haría muy extenso, lo dejo para futuros post) con un grupo de individuos que cada vez es más grande. Y si, la gente se nos suma y nosotros solo hacemos una pequeña prueba de ingreso, que si la pasas estás adentro sin pagar arancel extra.
Volviendo al día de la foto: todo comenzó al mediodía cuando arrancamos en patota (éramos siete ese día) a recolectar mejillones que por la noche estaríamos degustando debido a mi partida hacia la capital en la siguiente madrugada, digamos que era mi última cena como acampante oficial, por lo menos hasta el próximo enero. En la playa todo lindo, juntamos los mejillones, bueno, no les voy a mentir, yo no junté mucho era mi ultimo día y quería tomar un poco de sol tranqui en la arena (además los junta mejillones estaban a las puteadas limpias, se resbalaban en las rocas, incluso una de las participantes tuvo un principio de resbalón en las rocas que le provocaron un gran moretón en la pierna que creo hasta el día de hoy cuenta con dicho color violáceo en la gamba).

Luego de juntar los mejillones y cargar con ellos (son pesados! dicen... yo no los cargué, para eso estaban los hombres de la barra) fuimos a otra yapla, más linda donde tomamos los respectivos baños y nos tiramos en la arena. A esta altura el hambre se estaba haciendo sentir, así que estábamos debatiendo si almorzar en el camping o en otro lado. Para peor, yo tenía que ir a La Paloma (como a 7km de La Pedrera, si mal lo recuerdo) a marcar mi pasaje para esa madrugada, y mientras mas tarde fuera se iba a complicar para conseguir lugar.
Después de un largo debate al mejor estilo de los debates de Código País (mírenlos, son buenísimos) decidimos que yo y dos amigos más íbamos a La Paloma, y los cuatro restantes, iban al camping y ya de paso aprovechaban para ir limpiando los "meji"... si, los re clavamos.
De La Pedrera a La Paloma no hay otra que ir a dedo, o a dedal como se dice por ahí. Éramos dos mujeres y un hombre. A pesar de la simpatía que irradiábamos y lo divinos que éramos no nos levantaba ni el loro. Pasaban autos y camionetas de todo tipo, color, y chapa y nada, nos ignoraban.

Después de casi una hora, nos paró una señora. Nos acercó hasta Costa Azul, faltaban 5 km para La Paloma. Nosotros ya estábamos con un hambre bastante importante y con calor, que intentábamos aplacar bajo un árbol, turnándonos para que mientras uno descansaba, los otros dos laburaban para el dedal. Pasaban los minutos hasta que finalmente, llegó lo que estábamos esperando: una terrible camioneta porteña manejada por una joven, igual de porteña quien paró para preguntarnos a donde íbamos, en realidad, como hoy estoy muy honesta reconozco que paró porque el único varón del trío se encontraba haciendo dedo en ese momento. Mi otra amiga y yo estábamos tiradas bajo la sombra del árbol. Incluso, ella llegó a insinuar cuando vio venir la terrible camioneta, que no nos iba a llevar, que no se gastara en hacer dedo. Por suerte mi amigo se tenia fé y estiró el brazo con su dedo pulgar apuntando el sol.

La porteña para y nos subimos. Poca onda la flaca, no habló nada, cosa rara porque todos los que hacen el bien de trasladar a unos pobres pibes que no tienen guita para el "Andresito" (bondi que va desde La Pedrera a La Paloma) son de conversación fácil.
La camioneta tenía todo el lujo, asientos de cuero beige, trancas automáticas y vidrios que se bajaban y subían según el gusto de la conductora. Así viajamos, mirándonos entre nosotros y vichando todo el lujo de la camioneta.
Cuando nos acercábamos a la terminal, la conductora rompe el silencio: "chicos ¿los dejo en la cot?", pregunta con un tono muy aporteñado que mi amiga imita a la perfección. Supusimos que la cot era la terminal así que contestamos afirmativamente y llegamos a destino.

Eran las 7 de la tarde y el hambre se hacía sentir, queríamos comer algo a toda costa. No había un maldito lugar que nos vendiera un almuerzo o similar. ¿Tan raro era almorzar a esa hora?. Para nuestra fortuna, encontramos allá perdido un carrito, preguntamos tímidamente si tenía algo para alimentar nuestros cuerpos y neuronas que ya estaban por colapsar. El dueño del carrito estaba sentado afuera del mismo, en una silla cómodamente, así que sospechábamos que otra vez nos iban a negar el plato de comida. Pero por suerte tenía, nos preparó unas buenas hamburguesas completas al pan que comimos en 3 segundos. De postre unas torta fritas rumbo a la playa.
Después había que volver al camping, volvimos a por más tortas para el viaje y ya de paso garroneamos yerba y agua pal mate.
Tuvimos suerte a la vuelta, el dueño del camping pasó por la ruta y nos llevó. Nos esperaban los meji y algunos jugos Tang para acompañar, era lo que quedaba.
¿Los mejillones? impecables, lástima cobró varias víctimas que terminaron visitando en innumerables ocasiones al inodoro.

martes, junio 13, 2006

con el permiso del guarda y del conductor paso a entregarles...

Como vengo viajando en los medios de transporte capitalinos (léase ómnibus o bondi) desde los 11 años -antes solo subía al "autobús volador" del Parque Rodó- he visto bastante cosa, asi que me armé un Top Ten con los 10 momentos mas difíciles vividos sobre dichas ruedas y elegí una para contarles.
Quedaron afuera otras historias como: un bombardeo de piedras en el 113, un cantor que interpreta canciones de su autoría (realmente insoportable, siempre cantaba el mismo tema y apestaba, como cantante y compositor… hay testigos!), un perro que se subió de vivo al 427 y corría de un lado a otro del pasillo sin que nadie lo pudiera bajar, una piba a la que se la trancó la mochila en un asiento (se tenía que bajar pero no pensaba hacerlo sin su bolso, el guarda salió a su ayuda pero sin éxito) y una colada magistral que me mandé en un 64 a las 6 de la mañana.

Sin más preámbulos los dejo con la historia elegida, intitulada “Trifulca en el 427”.

Ubiquémonos en las 9.46 de la matina arriba de un 427 Paso de la Arena (también conocido por dar mas vueltas que el juego de las tazas del mismo Parque Rodó mencionado anteriormente) relativamente lleno. Auriculares al mango de por medio, asiento del lado de la ventanilla y sueño eran los factores que me aislaban de los acontecimientos que podrían suceder a mi alrededor.
Sin embargo, la voz fuerte de una mujer y movimientos de cabeza del resto de la gente intentando mirar para el sector del guarda, pudieron llamar mi atención. Bajo el volumen y acoplándome a la actitud del resto de mis colegas viajeros, me puse a escuchar lo que pasaba. Se había generado un ambiente de tensión que quebraba con lo cotidiano de cada viaje.

Al parecer, una señora había subido a dar a los somnolientos viajantes, un vital consejo sobre la vida y la fé, recomendando nos acercáramos a la palabra de Dios que allí estaba la salvación y bla bla bla. El recitado se vio interrumpido cuando una de las pasajeras, sentada en los primeros asientos del ómnibus exclamó (de forma tal que hasta el mas dormido se despertó de su siesta, sobrepasando la voz de Fernando Vilar, si el del informativo… iba escuchando su programa de radio) : “¡déjese de joder señora con la palabra de Dios! No puede ser que una va a trabajar tranquila y se tenga que bancar su sermón todos los días! ¡Todos los días se sube a la misma hora, porque no sube a otro ómnibus!”.
La doña quedó atónita e interrumpió su discurso quedando sin habla. Mientras, la otra, como si fuera una ahorrista del Banco Montevideo puteando a los Peirano a la salida del juzgado; seguía diciendo que era una falta de respeto, y que todas las mañanas subia a decir lo mismo.

La doña del sermón, se recobró del shock provocado por la repentina exaltación de la pasajera, y no se le ocurrió mejor idea que pedirle disculpas sellando el hecho con un beso y abrazo a la mujer ofendida!!!. Si, literalmente, sin metáforas, se abalanzó sobre la ofendida laburante intentando abrazarla para que se note que el pedido de perdón era sincero; la doña parecía como que se hubiera reencontrado con un familiar que no veía hace tiempo. Obviamente, la pasajera no quiso saber de nada con su demostración de afecto, y tratándose de sacar de encima a la sermonera le decía “¡salga señora, no me toque!”.

Ahí yo dije, bué… se armó la gorda acá mismo, pintó trifulca y hay que ponerse en algún bando. Por un lado, la del sermón no estaba jodiendo a nadie, es peor que suban a cantar temas de Montaner y desafinen (sin desafinar igual es jodido así que es lo mismo, saquen lo de desafinar). Pero la actitud de la otra tampoco es para desmerecer, hay que tener aguante para armar quilombo en un bondi, no es moco de pavo.
Mientras yo trataba de decidir mi posición, parece que el resto de los viajantes estaban en lo mismo. Un hombre desde el fondo gritó: “¡no jodan che, encima que estoy llegando tarde se ponen a discutir pavadas!”. A esto le siguieron varios comentarios como: “que ganas de armar quilombo” o “si, la verdad, yo tampoco quiero escuchar bolasos de la religión a esta hora”, entre otros. Los nuevos pasajeros que iban subiendo, miraban para todos lados no entendiendo un pomo, no sabían si era la realidad o una representación artística con el fin de recaudar fondos bajo el lema “el que desee colaborar lo puede hacer con cualquier moneda… cualquier monedita sirve” o “sigo entregando” (no, perdón, esta se usa en otros casos).

La quilombera intentando evadir el beso y abrazo, se levantó y se cambió de asiento murmurando insultos. La sermonera, con la cabeza gacha decidió bajarse del bondi.

Ustedes se preguntarán a esta altura, que hacían los que dirigen el transporte, los que te gritan: “boletoooosss” cuando te quieren cobrar y vos vas colgado/a de la puerta de lo lleno que está; el que te atomiza con las cumbiolas a todo lo que da a las 10 de la mañana, y los que gritan con una voz que no es precisamente de locutor de radio: “vamos señora!, un pasito al fondo que hay lugar, colaboren que hay gente que quiere subirrrr” (acompañado por un golpeteo, igual de molesto, de una moneda contra el pasamanos). El chofer ni se inmutó (esta bien, era consciente de que la mayoría de los pasajeros estuvimos esperando como 20 minutos en la parada), y el guarda observando toda la discusión, no emitió palabra alguna hasta que la del sermón se retiró.
Ahí si, se le acercó a la señora, quien seguía argumentando su disgusto para con la mensajera de la palabra de Dios, y le dijo: “la próxima vez cállese la boca, porque este es mi trabajo y yo dejo subir a quien quiero, si la dejé subir a ella usted no tiene porque decirle lo que le dijo”. Uuuuuh!! sos re groso guarda eeh!, pensé yo. Si decía eso con la otra señora presente lo agarraba a besos y abrazos a él también, hubiera estado bueno. A la mujer le importó poco el comentario imperativo del guarda y seguía emitiendo todo tipo de epítetos contra la doña del sermón, la religión, Dios, su trabajo, el calor que hacía, el guarda, el recorrido del ómnibus, el precio del boleto, etc.

La señora esta ya era parte de la VIP de ese 427, cada uno que se bajaba pasaba por su lado y la felicitaba o relajaba, ella copadísima, cumplió con sus minutos de fama.

lunes, junio 05, 2006

tengo blog viteh

Como me debo a mi público, ya que gracias a ellos soy lo que soy, he tomado la decisión de obtener mi propia página para intentar devolverles todo lo que me dieron. Bueno, está bien, reconozco que soy una famosa frustrada y como siempre quize decir la frase "me debo a mi público" ahora tengo este lugar para decir lo que se me cante y lo digo. Pero la posta, es que quedaba sospechoso tener adsl y no ser propietaria de un sitio web, space, fotolog y/o blog, asi que sucumbí ante el sistema, llené los formularios, escribí mi nombre de usuario, mi contraseña, elegí la plantilla y acá estoy, ocupando finalmente un humilde lugar en el ciberespacio.

Volviendo a lo de la fama, en realidad todavía tengo tiempo de llegar a la "Rolling Stone", la BBC, la CNN, o alguna productora de Hollywood: ahora tengo el preciado título de Licenciada en Comunicación (es mi blog y paso todo el chivo que quiero!) asi que el papel que prueba mis capacidades comunicacionales ya estará proximamente ubicado en la pared de mi cuarto junto al poster de Kill Bill. Digo proximamente porque aunque en febrero aprobé el exámen que me permitió egresar, aún no poseo tan esperado documento, es que lo tiene que firmar hasta el Papa creo y vagar por varios sectores de la universidad hasta llegar a mis manos.

Por el momento ha sido todo desde estudios, volveremos por el mismo canal cuando la noticia asi lo disponga. (si, otra frase que siempre quize decir, es que me sale la Blanca Rodríguez que llevo dentro).